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La crisis habitacional en Guatemala: Un llamado a la acción

Jefté Emmanuel Toj


En Guatemala, una realidad desoladora se ha convertido en el pan de cada día: muchos guatemaltecos ya no tienen un lugar donde vivir. Esta situación alarmante ha dejado a miles de personas en una situación de vulnerabilidad extrema, privándolas de uno de los derechos humanos más básicos: el derecho a una vivienda digna.


La falta de viviendas adecuadas es un problema que afecta a todas las clases sociales en Guatemala. Desde las zonas rurales hasta las áreas urbanas, las familias luchan por encontrar un techo bajo el cual puedan resguardarse. Los altos costos de alquiler y la falta de acceso a créditos hipotecarios han dejado a muchos guatemaltecos sin opciones viables para establecer un hogar seguro y estable.


Esta crisis habitacional tiene consecuencias devastadoras en la vida de las personas. Los asentamientos informales se han multiplicado, creando condiciones insalubres y peligrosas. Muchas familias se ven obligadas a vivir en viviendas precarias, sin acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad y saneamiento. Los niños se ven especialmente afectados, ya que crecer en estas condiciones puede limitar su desarrollo y oportunidades futuras.


Es imperativo que el gobierno guatemalteco tome medidas urgentes para abordar esta crisis habitacional. Se necesitan políticas y programas que promuevan la construcción de viviendas asequibles y accesibles para todos los ciudadanos. Además, se deben implementar regulaciones más estrictas para garantizar la calidad de las viviendas existentes y prevenir el crecimiento de asentamientos informales.


Y es increíble que aún no llegando a el invierno, ya hallan catástrofes registradas en nuestro país, la más reciente catástrofe que alarmo a varias familias en la Zona 4 de Mixco, debajo del Puente “El Naranjo” fue la desaparición de varias personas adultas y niños, a los cuales no se lograron encontrar varios cuerpos, y es lamentable que esto suceda en nuestro País, porque es la privatización de uno de los elementos fundamentales de una persona, el poder resguardarse del calor y frio en una vivienda digna.


La sociedad guatemalteca también debe unirse para enfrentar este desafío. Organizaciones no gubernamentales, empresas y ciudadanos comprometidos pueden colaborar para encontrar soluciones innovadoras y sostenibles. La solidaridad y el apoyo mutuo son fundamentales para superar esta crisis y brindar a todos los guatemaltecos un lugar seguro y digno para vivir.


La falta de vivienda es una violación de los derechos humanos fundamentales y no puede ser ignorada. Es hora de que todos los actores relevantes se unan y trabajen juntos para resolver esta crisis habitacional en Guatemala. Solo a través de la acción colectiva y la voluntad política podemos asegurar un futuro mejor para todos los guatemaltecos, donde tener un hogar sea una realidad para cada persona.

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